jueves, 24 de abril de 2014

La Leyenda de Jay-Troi: El inmortal

… Inmortal hay que ser para leerse esto. 
La portada. Fuente: RTPA

Dada mi afición por las leyendas y por los inmortales, me aventuré a leer este libro. Escrito por un profesor de biología y presentado en Asturias en 2012. Era su primerizo. Pero por la crítica y el resultado obtenido (ya va por la tercera edición), parece que seguirá escribiendo más. 

Una puñalada en el vientre para los que, como yo, gustan de personajes profundos y universos complejos (Sí, también en la literatura fantástica. Sobre todo en ella) Pues no, en la leyenda de Troi (McClure, jeje) todo son pueblos que se matan los unos a los otros, ciudades cuyas murallas son más grandes que las de la anterior y bárbaros más fieros y sangrientos que los anteriores. Todo son ansias de matar. Ansías obsesivas y compulsivas. Sin ánimo de lucro. 

Los personajes no tienen motivaciones: Recojo, sin ninguna razón aparente, a un tipejo moribundo que mi pueblo odia… ¡Macho! ¡Explica por qué el granjero era tan buena gente! No. Personajes más planos que los del mundo de Pokémon.

—“¿Vamos a luchar?"
—"Claro, ¿por qué no? ¡Luchemos! Soy un maldito dominguero, se me ha acabado la carne de barbacoa y no tengo nada más que hacer!"

… Me enervo.

Por no hablar del lenguaje que usa. Madre mía. Mezcla palabras modernas con expresiones antiguas. “Mas” en lugar de “pero” como conjunción adversativa hasta en la sopa. Ni chicha ni bacalá ¿O limoná? No sé. Que se decida. Qué pesadilla, mas las oraciones tenían una estructura sencilla y entendible. Todo hay que decirlo. 

Por otro lado, los diálogos eran tan entendibles que me daba la sensación de que estaba viendo una serie de dibujos animados para niños… Algunas veces, en mi cabeza, hasta sonaban en español latino. Acojonante. Eran diálogos muy superficiales. Sin carga personal. Todos hablaban de la misma forma. Sin expresividad propia. 

Y ya, para cerrar esta hilarante lista de sinsentidos. El libro está escrito por escenas cerradas. En cada una pasa algo. A ver, en los libros siempre pasan cosas. Me refiero a que sólo ocurre una cosa. No es una historia con una melodía continua. R. R. Martin, por su tradición televisiva, escribe cada capítulo como si de una serie se tratara, pero no compares la orquesta de Martin con el solo de platillos de nuestro compadre español. Siempre el mismo patrón: acción heroica de Troi que le sigue un castigo que cambia su vida. 

Lo mejor, que está a 1€ en Amazón. No Corráis, insensatos. Que no se acaban: son digitales. Que yo no me llevo nada, pero era por acabar con algo bonito. 

miércoles, 2 de abril de 2014

El Nombre del Viento

Bought "The Name of the Wind" by Patrick Rothfuss on a recommendation from @bjorns.
Johan Aulin en Flickr

Kvothe es el protagonista de esta historia de fantasía creada por Patrick Rothfuss en 2007 y traducida en España en 2009. Es el primer libro de la trilogía Crónica del Asesino de Reyes. No es un descubrimiento. Ha conseguido ya tres premios. Se le compara con Tolking, Rowling y R. R. Martin. Y es que tiene un poquito de los tres. 

Kvothe cuenta la historia de su vida y cómo su destino cambió. Con movidas. Sin comerlo ni beberlo, llegó a ser el héroe de su tiempo. Kvothe, al más puro estilo Rowling, personaje carismático, tuvo una infancia dura y un poder oculto que ni siquiera él conocía. Vaya, que era el elegido. Esto suena a refrito: Eragon, Harry Potter, El Rey Arturo y Pipi Calzaslargas. 

Su originalidad nace en los detalles: personajes profundos, un mundo con culturas y tradiciones heterogéneas y la opacidad de las acciones marcan destinos a menudo entrelazados: tal y como ocurre con R. R. Martin. Toda acción tiene una o varias reacciones. Algunas buenas y otras malas. Nada es de color de rosas. Kvothe se equivoca y poco a poco va creciendo como personaje. 

Y, sin embargo, a pesar de ser un cervatillo en un mundo de lobos, el poder de Kvothe se entrevé de una forma tan clara que alcanza cotas de epicidad comparables a Tolkien. Una buena historia muy bien contada. Nada de lenguaje de perogrullo y cazador de lectores. Una prosa cuidada con un nivel literario aceptable. Fácil de leer, se devora sin querer. Aprovechad porque la 20th Century Fox está pensando en llevarlo a la pequeña pantalla.

Para quienes sean pragmáticos con sus lecturas, como yo, les aviso de que la trilogía a la que pertenece no es un Código Da Vinci cualquiera. Tardas poco en leerlo, tiene lecturas y enseñanzas y una literatura muy aprovechable.

martes, 25 de marzo de 2014

Presentación

Nací en un Barco de vapor capitaneado por Gloria Fuertes. Manolito Gafotas fue mi Calimero. Me aficioné al fútbol de la mano de unos Fieras F.C. Me enamoré por primera vez junto a un Pequeño vampiro. Mi amor platónico fue Marina. Antes de The Ring estuvo el Príncipe de la niebla. Aprendí matemáticas gracias a  las letras.

En el instituto yo le mandaba leer libros a los profesores. Me leí Spiderman 2: La película y me gustó más que la película. Un Juego del ángel y un Alquimista me hicieron pensar. Un Niño con un pijama de rayas, llorar. Me dio fuerzas El Principito perdido. Viajé con El ejército negro. Eragon me volvió friki. Narnia me enseñó el poder de un rey y Los Juegos del hambre, el poder del pueblo.

Mi lunar es El señor de los anillos. Que los tengo bien guardados, para cuando quiera castigar a mis hijos. Los pilares de la tierra son demasiados pilares para mí. El tiempo entre costuras, mucho tiempo. Leyendo 50 sombras de Grey gasté mucho papel higiénico. Así que no leí el resto. Los hombres que no amaban a las mujeres me dan mal rollo. Me leí Crepúsculo antes de que Robert Pattinson fuera vampiro. Así que no me entrevisté con él. Quise ser escritor. Cien años de soledad me quitó las ganas. Imposible superar.

Luché en las guerras púnicas con Escipión y en Yugoslavia con Reverte. Viví el áfrica postcolonial junto a Kapuscinsky y Asia de la mano de David Jiménez. Acepto todas las críticas excepto las que van dirigidas contra mi persona. Aviso, te espoileo Juego de Tronos. Cuyo nombre es Canción de hielo y fuego. Demasiado largo para meterlo en una camiseta. Bailé al son del Tango de la guardia vieja. Si no conoces El temor de un hombre sabio, deberías  hablar con Gregorio Samsa.

Estas líneas son los último que leerás sobre mí. Los protagonistas aquí son los libros. Maestros encuadernados, amantes complacientes y amigos pacientes. Cada semana intentaré escarbar en ese mar de publicaciones diarias. Encontrar una perla sin nombre y que la disfrutéis antes de que Hollywood decida hacer una película sobre ella. Normalmente serán novelas de ficción. Otras, de no ficción. Novela histórica o fantástica. Vaya usted a saber.

¡Buen libro!